SOCAVAR  EL ESPACIO
2024

«Cuando nos detenemos a mirar un muro, especialmente alguno alejado de los cambiantes centros urbanos, podemos reconocer una rica historia material. Es común encontrar heridas, enmiendas y capas de sustrato y de construcción, una sobre otra, que nos advierten que ese muro ha sido, de hecho, varios muros. La práctica de habitar los mismos espacios tiene que ver con el diálogo que establecemos con épocas anteriores y con cómo el espacio ha sido determinado por estas.

Oscar Formacio entiende estos fenómenos, y por ello su trabajo explora, desde el lenguaje material del gesto artístico, la manera en que estos muros —tan humanos— no sólo le dan forma a nuestro mundo, sino que también son moldeados por hechos que están más allá de nuestra intención. Si bien las arquitecturas modernas fueron, en parte, procesos de resistencia material contra el mundo que llamamos natural, Formacio entiende que los muros que precedieron estas tecnologías ya consideraban el diálogo con lo mineral y lo biológico. El adobe, por ejemplo, se estructura con la fuerza de las fibras vegetales y la densidad que le confiere el agua. Si bien se trata de una tecnología humana, es una que no se considera ajena al entorno y que abre un espacio para el diálogo con los elementos. Antes entendido como una forma constructiva menor, el adobe está siendo revalorizado en la arquitectura por su sorprendente adaptabilidad.

En Socavar el Espacio, Formacio hace latente este diálogo material, al propiciar las condiciones para una creación asistida. Las formas ejecutadas en concreto encarnan la precisión de los ángulos y los límites que racionalizan el espacio humano contemporáneo. A su vez, estas formas están vaciadas sobre cúmulos de tierra que reaccionan ante la humedad, propiciando una transformación dictada por los fenómenos climáticos. A medida que el agua de la lluvia satura el concreto, esta también hace fluir el sustrato escondido en sus superficies lisas, erosionando el material de maneras que son dictadas por la tierra. Además de la impermanencia que señala este proceso generativo, el proyecto de Formacio dirige nuestra atención hacia la idea de que nuestra prosperidad está conectada con la vitalidad de la tierra y con nuestra capacidad de observar sus dinámicas y entrar en diálogo con ellas.»

Curador David Ayala Alfonso